Buenos días, Pandas:
Seguro que estáis deseando saber qué pasó con Duck el sonámbulo. El otro día contó Ella que se podía llevar a un sonámbulo a su cama usando comida. ¿Podéis adivinar qué es lo que se ha zampado Duck? ¡Eso, un montón de ricas patatas fritas de Bruno!
Yo salí corriendo para San Franpanfu y Max se quedó solo con Duck. Jeje, así sí que habrá puesto a prueba su valor. 
Ojalá no me hubiera quedado yo de vigilante. Duck no se quedaba quieto, se movía sin parar. Se pasó toda la noche dando vueltas con la roca y murmurando algo. Lo único que entendí fue “¡Sí, señor!”.
¡Pues yo tampoco es que lo tuviera fácil! El restaurante de Bruno estaba cerrado. 
Así que fui a buscarlo a su casa del árbol, pegué en la puerta y salió en pijama.. un pijama con estampado de patatas fritas. :D Cuando le conté que Duck estaba sonámbulo me miró de poca gana, pero yo se cómo convencer a Bruno: ¡hay que hacerle la pelota! Le dije que sus patatas fritas son las mejores de todo Panfu. No hizo falta decírselo dos veces: ¡en seguida se puso a cocinar!
Menos mal que nuestro plan funcionó. Le acercamos las patatas fritas a la nariz para que las oliera y lo guiamos hasta la hoguera de la playa.
Nos siguió como un perrillo. Dejamos por allí cerca las patatas para que no se levantara otra vez.
Bueno, una cosa es segura: cuando Duck despierte de su profundo sueño, regresaremos para averiguar de dónde viene y qué le ha ocurrido. Seguro que está luchando contra un mal recuerdo.
Que os vaya bien
Max y Ella
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