Hola, Pandas:
¿Habéis estado ya en Bitterland? A todos los que tengáis pensado viajar al reino de Evron os ruego ¡que os quedéis en Panfu! ¡Por favoooor! ¡¡El barco volador del profesor Bookworm es súper peligroso!!
Anda, qué dices. Tuvimos un par de dificultades, pero las solucionamos fácilmente. 
¿Algunas dificultades? ¡¡A mi me pareció más bien una catástrofe!! ¡Con ese barco volador os elevabais hacia la muerte! 
¡Solo podía haber ocurrido una desgracia! Lo vi todo por el telescopio de la terraza del castillo. Primero se soltaron los nudos de los globos, así que el barco se precipitó hacia abajo y casi se estrella contra el pico de la montaña. ¡Y un segundo después se desgarraba la vela!
Por suerte, los Pandas que iban a bordo eran muy valientes: hicieron los nudos de nuevo y le pusieron un parche a la vela. ¡Me gustaría saber quién fue el encargado de inflar los globos y traer la lona!
Lalalalaaa… 
No había terminado de tranquilizarme cuando de repente empezó a subir una humereda… ¡¡el barco se prendió en llamas!!
Pero lo peor vino después: de repente, ¡PLOF!, se explotó un globo. Después otro !PLOF!, y luego ¡PLOF! ¡PLOF! ¡PLOF! ¡PLOF!…¡Había comenzado una tremenda explosión de globos! ¡El barco se precipitó sobre Bitterland con Max y todos los Pandas! Ver todo aquello era demasiado para mi. ¡Tenía que ayudarles! Me puse en marcha dentro de uno de esos barcos voladores, pero ¿cómo podría evitar extrellarme yo también? Entonces me vino a la cabeza un utensilio muy práctico que no solo me salvaría a mi sino también a Max y a los valientes detectives. ¿Lo habéis adivinado ya? Mañana os cuento lo que era y sigo con el resto de la historia… Ahora voy a ir al volcán para participar en la lluvia de caramelos, ¡jeje, qué rico! 
Qu os vaya bien
Ella y Max
P.S.: casi lo olvidamos, aquí tenéis las nuevas prendas:
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